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jueves, 15 de mayo de 2014

Para incluir en la agenda del Presidente (y a manera de información...)


Los hitos –grandes y pequeños-, en el proceso de desarrollo de un país deben señalarse. Los avances del país deben ser subrayados, como una forma de rescatar el optimismo y devolver la confianza de la población en las instituciones públicas. Nada mejor que se destaquen algunos de esos hechos con la presencia de la persona que ocupe la Presidencia de la República, en actos sencillos pero significativos, y aun cuando no sean resultado del trabajo de su gobierno.

Por eso sería importante –dicho sea con el mayor de los respetos-, que el próximo despacho presidencial valorara la posibilidad de incluir en agenda unos cuantos actos que sirvan para celebrar algunos de los hitos que se concretarán en los próximos años.

Por ejemplo, para el año 2014, tal vez en un acto que se lleve a cabo en el puerto de Limón, se podría dar la orden de inicio de las obras para la construcción de la Terminal de Contenedores de Moín, inversión de 500,000 millones de colones que resultará en una mejora dramática de la competitividad del país. Y si las cosas marchan bien habrá que incluir en la agenda la inauguración de la primera etapa de la Terminal, en el año 2017.

También para el año 2014, apenas unos meses después de haber iniciado el nuevo gobierno, podría ir a inaugurar varios puentes importantísimos para la consolidación de la ruta 1856, que ha llevado tanta esperanza a los habitantes de la zona y que reafirma nuestra soberanía nacional. Y aunque es difícil disponer de tantas fechas, habría que estar presente en alguno de los 53 CEN-CINAI cuya construcción, ampliación o reparación se estará terminando este mismo año.

Lo mismo pasará con los 164 proyectos que DINADECO deja en ejecución en todo el país, representando una inversión cercana a los 5,000 millones de colones. El trabajo de las asociaciones de desarrollo es fundamental en la atención de necesidades inmediatas de las comunidades, y aunque es imposible asistir a todas las inauguraciones, sería muy positivo programar algunas a lo largo del año.

En el 2015 se debería programar los actos de inauguración de la nueva carretera a San Carlos, así como el de la carretera Chilamate-Vuelta de Kooper y el de la ampliación de la carretera entre Cañas y Liberia. Y si el proceso que ya se inició se cumple sin retrasos, podrá dar orden de inicio al proceso de rehabilitación del tramo entre Paso Canoas y Palmar Norte, así como el banderazo de salida a la ampliación del tramo entre Limonal y Barranca, cuya construcción dejará una buena parte de la carretera Interamericana (de Puntarenas a Liberia) en cuatro carriles, acortando sensiblemente la duración del recorrido hacia el norte de nuestro país. Y habrá que volver a Limón a inaugurar la terminal petrolera.

De la misma forma, en el 2015 podrá hacer el viaje inaugural del tren entre Heredia y Alajuela, con el que quedarán interconectadas las cabeceras de provincia mas importantes del área metropolitana. Deberá también programar la inauguración de la Academia de Policía, en la que se formarán los nuevos policías que vendrán a consolidar las mejoras que se han alcanzado en materia de seguridad ciudadana en estos últimos 4 años.

Habrá que reservar tiempo para inaugurar alguno o algunos de los nuevos centros de formación especializada cuya construcción deja en marcha el INA, que incluyen la sede regional en Cartago, el Centro de Formación Profesional de Upala, el Centro Profesional Plurisectorial de la Regional de Heredia y el Centro Nacional Especializado para la Industria Gráfica y el Plástico, que supondrán, junto con algunas ampliaciones y remodelaciones en otras partes del país, una inversión de casi 16,000 millones de colones.

En el 2016 se podrá incluir en agenda la finalización de la restauración y equipamiento del edificio principal del Teatro Nacional, y, si se avanza sin contratiempos,  después de una inversión de 78,000 millones de colones, podrá hacer el recorrido inaugural del tramo de circunvalación norte, que dará por terminada una obra que el país ha venido construyendo por décadas, y que debería mejorar notablemente el tránsito en la ciudad de San José.

Para el año 2017, será motivo de una gran celebración la inauguración del nuevo hospital Monseñor Sanabria en Puntarenas, obra que queda con financiamiento, lugar de construcción definido y un cronograma de trabajo. Ese mismo año, y como parte de una agenda de inversiones en el área de salud de mas de 180,000 millones de colones que queda en ejecución para los próximos años, podría estar finalizando el proceso de construcción y equipamiento de la torre oeste, así como el edificio de Nutrición y Ropería, del Hospital Calderón Guardia.

Y durante los cuatro años, habrá que ver como se agrega en la agenda presidencial la visita a algunos de las decenas de colegios y escuelas que estrenarán laboratorios de informática educativa, y algunas inauguraciones de los nuevos 79 centros educativos que se construirán con el fideicomiso de infraestructura educativa ya aprobado.

En realidad quedan en marcha cerca de 800 proyectos de inversión de diferente envergadura. Pero por supuesto gobernar no solo es inaugurar. Es necesario también construir su propio legado. Porque finalmente así es como se construye el proceso al desarrollo.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Con la frente en alto

A pocas horas de dejar mi cargo como Ministro de Planificación Nacional y Política Económica me abruman sentimientos contradictorios. Un gran alivio por haber terminado otro ciclo de servicio público, satisfacción por todo lo logrado; una gran angustia y desazón por aquellas cosas que no pudimos terminar, ilusión por lo que viene, pero sobre todo, una enorme nostalgia por dejar a un equipo de trabajo que me acompañó en MIDEPLAN. Casi seis de los últimos siete años los pasé al frente del Ministerio. No es poca cosa.

Me voy agradecido con la Presidenta Chinchilla, que me dio la oportunidad de servirle a mi país desde dos puestos en su gobierno. Profundamente agradecido con el sector municipal, que me brindó siempre su apoyo, aun cuando no pude cumplir la promesa de aprobar la primera ley de transferencia de competencias. En deuda permanente con lo cientos de regidores y síndicos en todo el país que siempre me expresaron su cariño y nos ayudaron a ayudar. Conmovido hasta la médula recordando las miles de bendiciones, abrazos y buenos deseos de personas en comunidades que expresaban así su agradecimiento por las cosas en las que pudimos ayudarlos. Emocionado al recordar el apoyo de la cooperación internacional.

Estoy seguro que me equivoqué. Estoy seguro que muchas veces no me apliqué suficiente, que no di el paso extra. Estoy seguro que como Ministro dejé de hacer cosas que debía hacer o no las hice bien. Pero también estoy seguro que actué, como todos mis colegas de gabinete, con absoluta honestidad. Correcto o equivocado. Pero siempre honestamente, que es la única manera que se puede ser honesto. Puedo tener mucho de qué arrepentirme, pero no tengo nada de qué avergonzarme.

Así que sobre todo, y con absoluta convicción, me voy con la frente en alto.