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sábado, 16 de mayo de 2015

¿"Ahorros" en "renegociación" de convención colectiva del A y A?

El gobierno anuncia una "renegociación" de la convención colectiva del A y A que supuestamente genera un "ahorro" de 3,000 millones de colones. Algunos medios de comunicación reproducen tal cual la noticia, y quedamos todos con la impresión de que efectivamente se logró recortar algunos costosos privilegios en una convención colectiva vigente.

Pero la verdad es otra. Primero, es importante mencionar que las convenciones colectivas tienen plazos de vigencia definidos, normalmente tres años. Cuando transcurre ese período de tiempo, se tiene dos opciones: "denunciar" la convención, lo que significa negociar una nueva, o dejarla que se renueve automáticamente por otro periodo igual.

Siguiendo la instrucción de la presidencia, la jerarca del A y A denunció la convención colectiva vigente en esa institución. Como era de esperarse, y aprovechando la oportunidad que le brindaba este proceso de renegociación, el sindicato planteó incluir en la convención NUEVAS reivindicaciones económicas, como por ejemplo aumentar el reconocimiento de cesantía de 8 a 20 años, entre algunas otras. La administración -afortunadamente-, rechazó esas pretensiones, cuyo costo, si se hubiese aceptado, habría rondado los 3,000 millones de colones.

No se trata entonces de un ahorro real. No es que el sindicato accedió a rebajar las condiciones vigentes de la convención colectiva. Simplemente aprovechó la oportunidad que la renegociación le brindaba para plantear reivindicaciones adicionales. Y por eso no es tan difícil para ellos aceptar la negativa de la administración.

Diferente habría sido si se eliminaran o disminuyeran beneficios económicos vigentes, cosa que no sucedió. Pero el Gobierno nos quiere hacer creer algo que no es cierto. No hay tal ahorro. No es que la convención colectiva en el A y A es menos onerosa ahora. Sigue siendo la misma.

En esta coyuntura cabe preguntarse si vale la pena denunciar las convenciones, si nada va a cambiar. Es mas, se corre el peligro de que el espacio de renegociación sea utilizado para intentar incluir subrepticiamente nuevas reivindicaciones económicas. Pero además, para que no traten de meternos gato por liebre, y nos presenten como ahorros cosas que en realidad no lo son.